cada madrugada

La luz le iluminaba el rostro, los pies se le salían de la manta con la que me tapaba antes de irse, pero ahora el estaba junto a mi, y yo respiraba su aliento, dibujaba en su espalda con mis dedos manchados de acuerelas, el era mi obra de arte, mi gran amor. Por las madrugabas salíamos a andar en bicicleta con luces en el volante y con los pies descalzos, te gustaba sentir el frío en las mejillas y que yo me abrazara en tu cintura y recargara mi cabeza en tu espalda. Ese era el universo decías tu, cada madrugada pegada a tu espalda haciendo garabatos de lunar en lunar y cuandote volteabas y me mirabas con tus ojos profundamente, diciendomelo todo y tus pestañas desprendían polvo de estrellas cada vez que parpadeabas. Cada vez que me besabas se destruía una pesadilla y se creaba un sueño nuevo, pero lo que mas me gustaba era que te escondieras bajo las sabanas y yo tuviera que atravesar un millón de estrellas para sentir tu piel de nuevo.